Amazon ha confirmado la adquisición de Bee, una innovadora startup tecnológica que ha desarrollado una pulsera equipada con inteligencia artificial capaz de escuchar conversaciones diarias y generar transcripciones y resúmenes útiles para el usuario. El anuncio fue realizado esta semana y ha generado un gran interés en la industria tecnológica, marcando el regreso de Amazon al competitivo mercado de los dispositivos portátiles inteligentes.
Bee se ha posicionado como una de las startups más prometedoras en el campo de los "wearables" con IA. Su producto estrella es una pulsera similar a un Fitbit que, por un precio de 49.99 dólares (con una suscripción opcional), permite grabar todo lo que escucha el usuario durante el día y convertirlo en texto. Esta tecnología, según sus desarrolladores, busca brindar un asistente verdaderamente útil en la vida diaria, ofreciendo resúmenes de reuniones, recordatorios de tareas pendientes e incluso seguimiento de ideas espontáneas.
La operación, que aún está pendiente de cierre, no ha revelado los detalles financieros, pero se espera que todos los empleados actuales de Bee se integren al equipo de dispositivos de Amazon, posiblemente bajo la dirección de Panos Panay. Esta integración forma parte de la estrategia de Amazon por fortalecer su ecosistema de dispositivos inteligentes, en especial tras la salida del mercado de su fallido proyecto Halo en 2023. Uno de los aspectos que más ha llamado la atención del público y los expertos es la cuestión de la privacidad.
Según Bee y Amazon, el dispositivo no almacena grabaciones de audio, sino que realiza transcripciones en tiempo real y las borra posteriormente. Además, contará con funciones como un botón de apagado rápido y opciones avanzadas de configuración de privacidad. Aun así, existen voces críticas que advierten sobre el posible uso de los datos para entrenar modelos internos de IA, algo que Amazon ha negado rotundamente hasta ahora. Con esta adquisición, Amazon busca posicionarse nuevamente en la carrera por el control del espacio de la inteligencia ambiental, en competencia directa con empresas como Apple, Google, Meta y OpenAI.
Los expertos señalan que esta jugada estratégica podría permitirle a Amazon integrar tecnologías más avanzadas en su asistente Alexa, así como lanzar nuevos productos portátiles que aprovechen la IA de forma más proactiva y personalizada. Mientras tanto, Bee seguirá operando bajo su nombre y con su dispositivo actual, aunque no se descarta que en el futuro la tecnología de esta startup se fusione con la línea de productos.
Echo o con nuevos lanzamientos aún no revelados. Para los usuarios, esto significa que podrían estar a punto de experimentar una nueva generación de asistentes personales, capaces de acompañarlos en todo momento, recordar lo que dijeron durante el día y ayudarles a organizar su vida con solo llevar una pulsera en la muñeca.