La ciudad de St. Paul, capital del estado de Minnesota, ha sido víctima de un ataque cibernético sin precedentes que ha puesto en jaque a su infraestructura tecnológica municipal. El lunes 29 de julio de 2025, múltiples sistemas digitales comenzaron a fallar de manera simultánea, lo que llevó a las autoridades a detectar un ciberataque coordinado y deliberado.
Ante la gravedad del hecho, el gobernador Tim Walz declaró el estado de emergencia y activó de inmediato a la Guardia Nacional, incluyendo su unidad de protección cibernética, que ahora se encuentra colaborando con los equipos técnicos de la ciudad en un esfuerzo conjunto para contener y mitigar los daños. El alcalde de St. Paul, Melvin Carter, señaló en conferencia de prensa que se trata de un “ataque sofisticado”, ejecutado por actores desconocidos que han vulnerado los sistemas esenciales de la ciudad. Como medida de emergencia, se procedió a un apagón total de los servidores y redes digitales municipales.
Esta desconexión afectó gravemente los servicios al público: los ciudadanos no pueden acceder a Wi-Fi en edificios públicos, los sistemas informáticos de las bibliotecas fueron suspendidos, y muchas plataformas digitales —incluidos los portales de pagos, consultas y reservas— están completamente fuera de servicio. A pesar del colapso tecnológico, los servicios de emergencia como el 911 continúan operando con normalidad, gracias a sistemas separados de seguridad.
Sin embargo, la ciudadanía se ha visto claramente afectada en sus gestiones cotidianas. Muchos residentes no pudieron realizar trámites esenciales, acceder a documentos o conectarse a recursos digitales básicos. Las autoridades han contratado a dos empresas especializadas en ciberseguridad para investigar el origen del ataque, evaluar la magnitud del daño y restaurar los sistemas comprometidos.
Por motivos de seguridad, no se han revelado los nombres de estas empresas. Asimismo, el FBI se ha unido a las investigaciones, y se está considerando la posibilidad de que el ataque tenga características de ransomware, un tipo de amenaza digital que secuestra sistemas y exige pagos para su liberación. No se ha confirmado si los atacantes solicitaron algún tipo de rescate o si datos confidenciales fueron comprometidos, pero el patrón coincide con otros ataques recientes registrados en ciudades de Estados Unidos y Europa.
Desde la Casa Blanca hasta el Departamento de Seguridad Nacional, múltiples agencias están en alerta por el incremento de este tipo de amenazas. En medio del caos digital, la administración de St. Paul ha hecho un llamado a la calma, asegurando que se están tomando todas las medidas necesarias para proteger la información sensible de los ciudadanos y restaurar gradualmente los servicios afectados.
El gobernador Walz, por su parte, declaró que este incidente es una muestra clara de la importancia de fortalecer la ciberseguridad a nivel estatal y municipal. La ciudadanía se encuentra a la espera de nuevos reportes oficiales, mientras que expertos advierten que la restauración completa de los sistemas podría tomar varios días o incluso semanas.
El ataque ha generado preocupación nacional, ya que expone la vulnerabilidad de las ciudades ante amenazas digitales cada vez más frecuentes, sofisticadas y destructivas. La comunidad tecnológica y de seguridad cibernética observa con atención el desarrollo de este caso, que podría marcar un antes y un después en las políticas digitales de los gobiernos locales de Estados Unidos.